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Protección contra la influenza: recomendaciones para cuidadores de niños pequeños

Antecedentes

Los niños menores de 5 años, en especial los menores de 2 años, corren un alto riesgo de presentar complicaciones graves por la influenza. Los CDC calculan que desde el 2010, las hospitalizaciones relacionadas con la influenza entre los niños menores de 5 años oscilaron de 7 000 a 26 000 en los Estados Unidos. Muchos más deben consultar a un médico o recurrir a un centro de atención de urgencias o sala de emergencia por la influenza.

Las complicaciones por la influenza entre los niños de este grupo etario pueden incluir neumonía (una enfermedad en la que los pulmones se infectan e inflaman), deshidratación (cuando el cuerpo de un niño pierde demasiada agua y sales, a menudo por no beber lo suficiente), agravamiento de los problemas de salud a largo plazo como por ejemplo enfermedad cardiaca o asma, encefalopatía (inflamación del cerebro) y problemas en los senos nasales o infecciones de oído. En muy pocos casos, las complicaciones por influenza pueden causar la muerte.

Los CDC, en su labor por ayudar a prevenir la influenza, recomiendan que todas las personas mayores de 6 meses reciban una vacuna contra la influenza anual. Es especialmente importante que los niños pequeños se vacunen contra la influenza todos los años porque corren alto riesgo de enfermarse gravemente de influenza.

Niños menores de 6 meses en alto riesgo

Los niños menores de 6 meses tienen un alto riesgo de presentar complicaciones graves por la influenza pero son muy pequeños para ser vacunados. Los niños menores de 6 meses corren mayor riesgo de ser hospitalizados a causa de la influenza en comparación con niños de otras edades. Como no se puede vacunar a los niños menores de 6 meses, es especialmente importante protegerlos de la influenza. Esta hoja de datos brinda consejos para ayudar a los cuidadores (por ejemplo padres, maestros, niñeras) a proteger a los niños pequeños de contraer de influenza.

Consejos sobre cómo prevenir la influenza para cuidadores de niños pequeños

1. No deje pasar el tiempo para vacunarse
  • La vacuna contra la influenza es la principal y mejor manera de prevenir la enfermedad.
  • Si el niño al que cuida tiene 6 meses o más, debería recibir la vacuna contra la influenza todos los años.
  • Los bebés menores de 6 meses corren un alto riesgo de presentar complicaciones graves relacionadas con la influenza pero no pueden ser vacunados.
  • Como cuidador de un niño pequeño, usted debería vacunarse contra la influenza y asegurarse de que sus colegas y las otras personas del hogar también lo hagan todos los años. Al vacunarse, disminuirá las probabilidades de contraer la influenza y, por lo tanto, de contagiar la enfermedad al niño.
2. Tome las medidas de prevención diarias

Ciertas medidas de prevención diarias, como cubrirse la boca al toser y el lavado de manos frecuente, pueden ayudar a evitar la propagación de gérmenes.

Protéjase y proteja a su bebé tomando estas medidas todos los días:

  • Manténgase alejado de personas enfermas lo más que pueda y haga lo mismo con el niño bajo su cuidado.
  • Si contrae la influenza o tiene los síntomas de la enfermedad, evite el contacto con otras personas, incluso con el niño bajo su cuidado, para no contagiarlos.
  • Cubra su nariz y boca con un pañuelo desechable al toser o estornudar, tire el pañuelo después de usarlo.
  • Lave sus manos frecuentemente con agua y jabón, especialmente después de estornudar o toser. En caso de no tener agua cerca, utilice un limpiador de manos a base de alcohol.
  • Trate de no tocarse los ojos, la nariz o la boca. Los gérmenes suelen diseminarse de esta forma.
  • Limpie y desinfecte a menudo las superficies de contacto más comunes, especialmente cuando alguien está enfermo.
3. Los medicamentos antivirales pueden tratar la influenza
  • Los medicamentos antivirales están disponibles para tratar la influenza en niños y adultos.
  • Los medicamentos antivirales son diferentes de los antibióticos. Son medicamentos recetados (pastillas, líquidos o polvos de inhalación).
  • Los medicamentos antivirales pueden aliviar la gravedad de su enfermedad y acortar su duración. También pueden prevenir complicaciones graves por la influenza.
  • El tratamiento con medicamentos antivirales contra la influenza de personas que están muy enfermas de influenza o que tienen un factor de alto riesgo puede significar la diferencia entre tener una enfermedad más leve contra una enfermedad muy grave que podría llevar a la hospitalización.
  • Los CDC recomiendan que las personas con alto riesgo de presentar complicaciones graves por la influenza sean tratadas con medicamentos antivirales para la influenza si contraen la enfermedad. Los niños pueden tomar dos de los medicamentos antivirales aprobados.
  • Hay estudios que demuestran que los medicamentos antivirales funcionan mejor como tratamiento cuando éste comienza a los 2 días de haberse enfermado. No obstante, empezar a tomarlos más tarde aún puede ser útil, especialmente si la persona enferma padece una afección de salud de alto riesgo o está muy enferma de influenza. Siga las instrucciones de su médico con respecto a la toma de estos medicamentos.
  • Los síntomas de la influenza incluyen fiebre, tos, dolor de garganta, secreción o congestión nasal, dolores corporales, dolor de cabeza, escalofríos y fatiga. Algunas personas pueden presentar vómitos y diarrea. Las personas pueden contagiarse con el virus de la influenza y presentar síntomas respiratorios sin fiebre.

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Consejos para cuidadores de niños pequeños que contraen la influenza

Si vive o está a cargo del cuidado de un niño pequeño y contrae la influenza o presenta síntomas de la enfermedad, siga las precauciones a continuación para ayudar a evitar contagiarle la infección al niño.

1. Recuerde cómo se contagia la influenza

La mayoría de los expertos considera que el virus de la influenza se extendió principalmente a través de las gotitas que se producen al toser, estornudar o hablar. Estas gotitas pueden caer en la boca o en la nariz de las personas que se encuentran cerca. Siendo algo poco frecuente, una persona también puede llegar a contraer influenza si toca una superficie o un objeto contaminado con el virus de la influenza y se toca luego los ojos, la boca o posiblemente la nariz.

2. Siga estos pasos

Si tiene los síntomas de la influenza - que pueden incluir fiebre, tos, dolor de garganta, mucosidad nasal o nariz tapada, dolores musculares o corporales, dolores de cabeza, cansancio o, a veces, vómitos y diarrea, siga las medidas de prevención a continuación:

  • Consulte con su médico u otro profesional de la salud. (Si tiene influenza, su médico puede prescribirle medicamentos antivirales para usted).
  • Intente minimizar el contacto con el niño bajo su cuidado tanto como le sea posible.
  • Cúbrase la nariz y la boca con un pañuelo desechable al toser o estornudar y arroje su pañuelo usado en un cesto de basura.
  • Lávese las manos con agua y jabón o utilice un limpiador de manos a base de alcohol con frecuencia y lo más pronto posible después de haber estornudado o tosido en las manos.
  • Antes de comenzar a hacer alguna actividad dentro de una distancia de aproximadamente 6 pies del niño bajo su cuidado (incluyendo alimentarlo, cambiarlo, mecerlo o leerle) lávese y séquese perfectamente las manos. Obtenga más información sobre la higiene de manos y Buenos hábitos de salud para prevenir la influenza estacional.
  • Si el niño bajo su cuidado tiene menos de 6 meses o más de 6 meses y no está vacunado, es muy vulnerable a la influenza. Tenga especial cuidado al tomar estas medidas cerca de él.
  • Tome estas medidas de prevención mientras duren los síntomas de la influenza y por 24 horas después de que hayan desaparecido.
3. Preste atención

Observe cuidadosamente al niño bajo su cuidado para ver si presenta síntomas de alguna enfermedad respiratoria. Si su hijo presenta fiebre*, síntomas respiratorios o no reacciona como lo hace normalmente, comuníquese con el médico de su hijo. Si su hijo contrae la influenza, el medicamento antiviral oseltamivir (Tamiflu®) está aprobado para tratar la enfermedad de influenza en bebés de 2 semanas en adelante.

Pie de página

*Muchas autoridades establecen un límite de 100 (37.8 grados Celcius) o 100.4 F (38 grados Celsius) como indicador de fiebre pero esta cifra de hecho puede variar según ciertos factores como el método de medición y la edad de la persona; entonces quizás sean apropiados otros valores indicadores de fiebre. Los CDC ofrecen recomendaciones de salud pública que se basan en la presencia (o ausencia) de fiebre. Lo que se quiere dejar en claro con esto es que la temperatura de una persona no debe superar este límite.

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