Seguimiento médico

Actualmente se desconoce el pronóstico para los bebés con infección congénita por el virus del Zika. Las directrices para bebés de los CDC incluyen recomendaciones para las pruebas en bebés que tienen infección congénita por el virus del Zika, además de recomendaciones sobre el manejo clínico de bebés con evidencia de infección por el virus del Zika, ambas para bebés con o sin defectos de nacimiento evidentes, para garantizar la evaluación detenida y el monitoreo del desarrollo del bebé. La atención médica de los bebés con infección congénita por el virus del Zika se centra en el diagnóstico y manejo de las afecciones presentes y en el hecho de abordar los problemas a medida que van surgiendo.

En líneas generales, las familias y los cuidadores de bebés con infección congénita por el virus del Zika requerirán apoyo y evaluación psicosocial continuos. Como un componente crucial del cuidado del paciente y para proporcionar una identificación temprana de los retrasos en el desarrollo, se debe empoderar a las familias para que sean partícipes activos en el monitoreo y el cuidado de sus hijos.

Seguimiento médico para bebés nacidos de mujeres con una posible infección por el virus del Zika durante el embarazo

Los bebés con defectos de nacimiento que concuerdan con el síndrome congénito por el virus del Zika ( (p. ej., microcefalia, calcificaciones intracraneales u otras anormalidades cerebrales u oculares) nacidos de madres con una posible exposición al virus del Zika durante el embarazo (independientemente de los resultados de las pruebas maternas) requieren de un equipo multidisciplinario y un centro de servicios médicos establecido que facilite la coordinación de la atención médica. El seguimiento médico para estos bebés incluye lo siguiente:

• Una evaluación estándar con atención pediátrica preventiva y vacunaciones en cada consulta de niños sanos.
• Los exámenes oftalmológicos adicionales deberían ser recomendados por oftalmólogos.
• Una derivación para la realización de una prueba de respuesta auditiva del tronco encefálico (ABR) antes de los 1 meses de vida, si el bebé pasó la prueba auditiva al recién nacido mediante el método de emisiones otoacústicas.

Derivaciones a especialistas para el manejo de anormalidades clínicas

Los bebés sin defectos de nacimiento que concuerden con una infección congénita por el virus del Zika pero que nacieron de madres con evidencia de laboratorio de una posible infección por el virus del Zika durante el embarazo deberían recibir la siguiente atención:

• Una evaluación estándar con atención pediátrica preventiva (incluyendo los parámetros del crecimiento) y vacunaciones en cada consulta de niños sanos.
• Los exámenes oftalmológicos adicionales deberían ser recomendados por oftalmólogos.
• Una derivación para la realización de una prueba de respuesta auditiva del tronco encefálico (ABR) antes de los 1 meses de vida, si el bebé pasó la prueba auditiva al recién nacido mediante el método de emisiones otoacústicas.
• Una derivación a especialistas ante cualquier signo asociado a la infección congénita por el virus del Zika (p. ej., agudeza visual afectada/problemas en la visión, problemas auditivos, retraso en el desarrollo o retraso en el crecimiento de la cabeza)

Para los bebés de este grupo con resultado positivo para la infección por el virus del Zika, los proveedores de atención médica debería seguir las recomendaciones para bebés con hallazgos clínicos incluso ante la falta de anormalidades aparentes clínicamente.

En el caso de los bebés de este grupo que han sido sometidos a las pruebas de laboratorio correspondientes pero sin evidencia de laboratorio de infección congénita y una evaluación clínica normal, es poco probable que exista una infección congénita por el virus del Zika. Los proveedores de atención médica deberían continuar con la atención pediátrica de rutina pero manteniéndose alerta ante cualquier nuevo hallazgo de una posible infección congénita por el virus del Zika.

Los bebés sin defectos de nacimiento que concuerden con una infección congénita por el virus del Zika pero que nacieron de madres con  una posible exposición al virus del Zika pero sin evidencia de laboratorio de una posible infección por el virus del Zika durante el embarazo deberían recibir la siguiente atención:

• Una evaluación estándar con atención pediátrica preventiva y vacunaciones en cada consulta de niños sanos.

Más allá de la evaluación inicial y la atención preventiva, no se recomienda la realización de otras evaluaciones como pruebas de rutina a menos que se detecten anormalidades. Si se identifican hallazgos, deberían realizarse derivaciones a los especialistas correspondientes y el bebé debería ser sometido a una evaluación más exhaustiva, incluidas la evaluación y las pruebas para detectar la infección congénita por el virus del Zika.