Otros problemas y trastornos
El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) a menudo se presenta junto a otros trastornos. Aproximadamente la mitad de los niños con TDAH derivados a clínicas padecen otros trastornos además del TDAH.
Con frecuencia, la combinación del TDAH con otros trastornos presenta más desafíos para los niños, los padres, los educadores y los proveedores de atención médica. Por lo tanto, es importante que los médicos evalúen a cada niño con TDAH para determinar si tiene otros trastornos y problemas. Esta página proporciona una descripción general de las afecciones e inquietudes más comunes que pueden presentarse con el TDAH. Hable con su médico si tiene inquietudes sobre los síntomas de su hijo.
Problemas de conducta o comportamiento
En ocasiones, los niños se muestran enojados o desafiantes ante los adultos o responden con agresividad cuando están molestos. Cuando estas conductas perduran en el tiempo, o son graves, se pueden transformar en un trastorno del comportamiento. Es más probable que a los niños con TDAH se les diagnostique un trastorno del comportamiento, como el trastorno de oposición desafiante o trastorno de conducta.
Trastorno de oposición desafiante
Cuando los niños se portan mal de manera persistente, y esa conducta acarrea problemas serios en el hogar, en la escuela o con sus pares, es posible que se les diagnostique trastorno de oposición desafiante (TOD). El TOD es uno de los trastornos más comunes que se presentan con el TDAH. El TOD generalmente comienza antes de los 8 años de edad, pero también puede verse en adolescentes. Es más probable que los niños con TOD actúen en oposición o de forma desafiante ante personas que conocen bien, como los miembros de la familia o alguien que los cuida de forma habitual. Los niños con TOD muestran estas conductas más a menudo que otros niños de su edad.
Algunas conductas correspondientes al TOD incluyen los siguientes ejemplos:
- Enojarse con frecuencia.
- Discutir con adultos o negarse a cumplir las reglas o los pedidos de los adultos.
- Querer lastimar a alguien que sienten que los lastimó o les causó problemas, sentir resentimiento o enojarse con frecuencia.
- Molestar a otros deliberadamente; molestarse fácilmente con otros.
- Culpar a otras personas por sus propios errores o mala conducta con frecuencia.
Trastorno de conducta
El trastorno de conducta (TC) se diagnostica cuando los niños muestran un patrón de comportamiento agresivo hacia otros y cometen infracciones serias de las reglas y normas sociales en el hogar, la escuela y con sus pares. Estos comportamientos a menudo conducen a infringir la ley y ser encarcelado. Si un niño tiene TDAH, es más probable que le diagnostiquen TC. Es más probable que los niños con TC se lesionen, y tengan dificultades para llevarse bien con sus pares.
Algunas conductas correspondientes al TC incluyen los siguientes ejemplos:
- Infringir reglas serias, como escaparse, regresar tarde a casa por la noche cuando se le indicó lo contrario o faltar a la escuela.
- Ser agresivo de manera tal que genere un daño, como hostigar, pelear o ser cruel con los animales.
- Mentir y robar, o dañar algo que le pertenezca a otra persona a propósito.
Tratamiento de trastornos perjudiciales del comportamiento
Es importante comenzar el tratamiento en forma temprana. El tratamiento es más efectivo si se adecúa a las necesidades del niño y de la familia. El primer paso para elegir un tratamiento es que un profesional de salud mental realice una evaluación completa. Algunos de los signos de problemas de conducta, como no cumplir las reglas, también son signos de TDAH, por lo que es importante hacer una evaluación cuidadosa para ver si el niño tiene ambas afecciones. Para los niños más pequeños, el tratamiento mejor fundamentado es capacitar a los padres en relación con el manejo de la conducta: un terapeuta ayuda a los padres a aprender maneras efectivas de fortalecer la relación entre los padres y el hijo, y de responder a la conducta del niño. Para los niños en edad escolar y los adolescentes, un tratamiento efectivo que habitualmente se utiliza es combinar capacitación y terapia que incluya al niño, a la familia y a la escuela. A veces el tratamiento abarca el uso de medicamentos.
Trastorno del aprendizaje
Muchos niños con TDAH también tienen un trastorno del aprendizaje (TA). Este trastorno presenta sus propios desafíos, como dificultades para prestar atención, mantenerse concentrado en una tarea o ser organizado (aparte de otros síntomas de TDAH que pueda haber), que también impiden que el niño tenga un buen desempeño en la escuela.
Tener un trastorno del aprendizaje significa que un niño tiene una dificultad clara en una o más áreas del aprendizaje, aun cuando su inteligencia no esté afectada. Los trastornos del aprendizaje incluyen los siguientes:
- Dislexia: dificultad con la lectura.
- Discalculia: dificultad con las matemáticas.
- Disgrafia: dificultad con la escritura.
La combinación de los problemas causados por el TDAH y los causados por el TA puede hacer que sea particularmente difícil para un niño tener éxito en la escuela. El diagnóstico adecuado de cada trastorno es crucial para que el niño pueda recibir la ayuda correcta para cada uno.
Tratamiento de los trastornos del aprendizaje
Los niños con trastornos del aprendizaje a menudo necesitan ayuda e instrucción adicional que sea especializada para ellos. Tener un trastorno del aprendizaje puede hacer que el niño cumpla con los requisitos para recibir servicios educativos especiales en la escuela. Dado que los niños con TDAH con frecuencia tienen dificultades en la escuela, el primer paso es una evaluación cuidadosa para ver si los problemas también son causados por un trastorno del aprendizaje. Habitualmente las escuelas realizan sus propios exámenes para ver si el niño necesita intervención. Los padres, proveedores de atención médica y la escuela pueden trabajar en conjunto para encontrar la ayuda profesional y el tratamiento correctos.
Ansiedad y depresión
Ansiedad
Muchos niños tienen temores y preocupaciones. Sin embargo, cuando un niño experimenta tantos temores y preocupaciones que interfieren con su desempeño en la escuela, el hogar o las actividades recreativas, se trata de un trastorno de ansiedad. Los niños con TDAH tienen más probabilidades de presentar un trastorno de ansiedad que los que no lo padecen.
Algunas conductas correspondientes a trastornos de ansiedad incluyen los siguientes ejemplos:
- Ansiedad ante la separación: tener mucho miedo cuando estén lejos de su familia.
- Ansiedad social: tener mucho miedo de la escuela u otros lugares donde puedan conocer gente.
- Ansiedad general: estar muy preocupados por el futuro y por las cosas malas que puedan sucederles.
Depresión
Sentirse triste o desesperanzado en ocasiones forma parte de la vida de cualquier niño. Cuando los niños sienten tristeza y desesperanza de manera persistente, eso puede causar problemas. Los niños con TDAH tienen más probabilidades de presentar depresión infantil que los niños que no tienen TDAH. Es más probable que los niños se sientan desesperanzados y tristes cuando no pueden controlar sus síntomas de TDAH, y cuando esos síntomas interfieren con el buen desempeño en la escuela o las buenas relaciones con sus familiares y amigos.
Algunas conductas que a menudo se ven en niños que están deprimidos incluyen los siguientes ejemplos:
- Sentirse triste o desesperanzado gran parte del tiempo.
- No querer hacer cosas que son divertidas.
- Tener problemas para concentrarse.
- Sentirse inútil o sin valor.
Los niños con TDAH de por sí tienen problemas para concentrarse en las cosas que no les interesan mucho. La depresión puede hacer que sea difícil concentrarse en cosas que normalmente son divertidas. Los cambios en los hábitos alimenticios o del sueño también pueden ser un signo de depresión. Para los niños con TDAH que toman medicamentos, los cambios en la alimentación y el sueño también pueden ser efectos secundarios de la medicación más que signos de depresión. Hable con su médico si tiene inquietudes.
Tratamiento de la ansiedad y la depresión
El primer paso para el tratamiento es hablar con un proveedor de atención médica para realizar una evaluación. Algunos signos de depresión, como tener problemas para concentrarse, también son signos de TDAH, por lo que es importante realizar una evaluación cuidadosa para ver si el niño tiene ambas afecciones. Un profesional de salud mental puede desarrollar un plan de terapia que funcione mejor para el niño y la familia. El tratamiento temprano es importante, y puede incluir terapia para el niño, terapia para la familia o una combinación de ambas. También se puede incluir a la escuela en los programas de terapia. Para los niños muy pequeños, es de gran importancia que se incluya a los padres en el tratamiento. La terapia cognitiva conductual es una forma de terapia que se utiliza para tratar la ansiedad o la depresión, particularmente en niños más grandes. Ayuda a que el niño cambie sus pensamientos negativos por otras maneras de pensar más positivas y eficaces. La consulta con un proveedor de atención médica puede ayudar a determinar si los medicamentos también deberían ser parte del tratamiento.
Nota: La FDA exige que todos los antidepresivos incluyan un recuadro de advertencia sobre el riesgo mayor que corren los niños, los adolescentes y los jóvenes de hasta 24 años de tener pensamientos y comportamientos suicidas. Por favor hable con su médico.
Relaciones difíciles con sus pares
El TDAH puede hacer que relacionarse con los compañeros o los amigos sea muy difícil. Tener amigos es importante para el bienestar de los niños y puede ser muy importante para su desarrollo a largo plazo.
Si bien algunos niños con TDAH no tienen problemas para llevarse bien con otros niños, otros encuentran dificultades al momento de relacionarse con sus pares; por ejemplo, quizás no tengan amigos cercanos, o incluso puedan ser rechazados por otros niños. Los niños que tienen dificultades para hacer amigos también tienen más probabilidades de presentar trastornos de ansiedad, de conducta y del humor, de abusar de sustancias o tener conductas delictivas en la adolescencia.
¿Cómo interfiere el TDAH en las relaciones entre pares?
No se conoce por completo de qué manera el TDAH contribuye a los problemas sociales. Los niños que no prestan atención en ocasiones parecen tímidos o introvertidos a criterio de sus pares. Los niños con síntomas de impulsividad/hiperactividad pueden ser rechazados por sus pares por ser entrometidos, no poder esperar su turno o por actuar con agresividad. Además, también hay más probabilidades de que los niños con TDAH, en comparación con los que no tienen TDAH, presenten otros trastornos que interfieran con las buenas relaciones con otras personas.
El hecho de que un niño tenga TDAH no significa que no vaya a tener amigos.
No todas las personas que tienen TDAH tienen dificultades para llevarse bien con otros. En el caso de los niños que sí tienen dificultades, se pueden hacer muchas cosas para ayudarlos con sus relaciones. Cuanto más temprano se noten las dificultades de un niño con sus pares, más exitosa puede ser la intervención. Aunque los investigadores no tienen respuestas definitivas sobre qué funciona mejor para los niños con TDAH, a continuación se incluyen algunas de las cosas que los padres pueden tener en cuenta para ayudar a sus hijos a construir y fortalecer relaciones con sus pares:
- Prestar atención a cómo se lleva el niño con sus pares. Estas relaciones pueden ser tan importantes como las notas para que le vaya bien en la escuela.
- Hablar habitualmente con personas que tienen un rol importante en la vida de su hijo (como maestros, consejeros escolares, líderes de actividades extracurriculares, proveedores de atención médica, etc.). Mantenerse actualizado con respecto al desarrollo social del niño en el contexto de la comunidad y de la escuela.
- Hacer participar a su hijo en actividades con otros niños. Hablar con otros padres, entrenadores de deportes y otros adultos involucrados en la vida del niño sobre cualquier progreso o problema que pueda ocurrir con su hijo.
- Los programas entre pares pueden ser útiles, particularmente para los niños más grandes y los adolescentes. La capacitación relativa a las habilidades sociales por sí sola no ha demostrado ser eficaz, pero los programas entre pares en los que los niños practican cómo llevarse bien con otros pueden ayudar. A menudo las escuelas y comunidades disponen de este tipo de programas. Puede comunicarse con su proveedor de atención médica y con alguien de la escuela de su hijo para informarse sobre programas que podrían ser de ayuda.
Riesgo de lesiones
Los niños y adolescentes con TDAH son propensos a lesionarse con más frecuencia y con mayor gravedad que los compañeros que no tienen TDAH. Las investigaciones indican que los niños con TDAH son significativamente más propensos a que les ocurra alguna de las siguientes cosas:
- Lesionarse mientras caminan o andan en bicicleta.
- Tener lesiones en la cabeza.
- Lesionarse más de una parte del cuerpo.
- Ser hospitalizados por intoxicación accidental.
- Ser ingresados a unidades de cuidados intensivos o tener una lesión que cause una discapacidad.
Se necesitan más investigaciones para comprender por qué los niños con TDAH se lesionan, pero es probable que el hecho de no prestar atención y ser impulsivos los ponga en riesgo. Por ejemplo, un niño pequeño con TDAH puede no prestarles atención a los autos mientras anda en bicicleta o cruza la calle, o puede hacer algo peligroso sin pensar en las posibles consecuencias. En comparación con los conductores que no tienen TDAH, los adolescentes con TDAH que conducen tienen más probabilidades de tener problemas al manejar, como infringir reglas de tránsito, recibir multas o chocar1.
Hay muchas maneras de proteger a los niños de las lesiones y de mantenerlos a salvo. Los padres y otros adultos pueden seguir estos pasos para proteger a los niños con TDAH:
- Hacer que su hijo siempre lleve puesto un casco cuando ande en bicicleta, patineta, monopatín o patines. Recordarles a los niños tan a menudo como sea necesario que tengan cuidado con los autos y enseñarles cómo mantenerse a salvo en la calle.
- Supervisar a los niños cuando participen en actividades o estén en lugares en donde sea más probable que se lesionen, como cuando escalen o cuando se encuentren cerca de una piscina o estén en el agua.
- Mantener los medicamentos, las herramientas y los productos del hogar que puedan ser dañinos fuera del alcance de los niños pequeños.
- Los adolescentes con TDAH se enfrentan a un riesgo adicional cuando conducen. Deben ser muy cuidadosos para evitar las distracciones, como manejar con otros adolescentes en el auto, hablar por teléfono celular, enviar mensajes de texto, comer o jugar con la radio. Como todos los adolescentes, deben evitar consumir alcohol y drogas, y manejar cuando tengan sueño.
Los padres deben hablar con los adolescentes acerca de las reglas de manejo, por qué es importante cumplirlas y cuáles serían las consecuencias de infringirlas. Los padres pueden crear acuerdos de manejo con los adolescentes en donde se pongan por escrito estas reglas para establecer expectativas y límites claros.
Referencia:
- Jerome, L., Segal, A., & Habinski, L. (2006). What we know about ADHD and driving risk: A literature review, meta-analysis and critique. Journal of the Canadian Academy of Child and Adolescent Psychiatry, 15(3), 105-125.
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- Centro Nacional de Defectos Congénitos y Discapacidades del Desarrollo de los CDC, Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades
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