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¿Cuándo buscar atención médica?

¿Ha estado expuesto a la rabia?

Los únicos casos de rabia bien documentados en los que hubo transmisión entre personas ocurrieron en ocho recipientes de trasplantes de córneas y en tres de vísceras macizas. Este riesgo es muy pequeño en virtud de las directrices para la aceptación de donaciones de órganos y córneas adecuadas, así como a la poca frecuencia con que se presenta la rabia humana en los Estados Unidos.

Además de la transmisión ocurrida por trasplantes de córneas y de órganos, las exposiciones por mordeduras o por otras causas infligidas por seres humanos infectados teóricamente podrían transmitir la rabia, aunque tales casos no se han documentado. El contacto casual, como tocar a una persona con rabia o el contacto con líquidos o tejidos no infecciosos (orina, sangre, heces fecales) no constituye una exposición y no requiere profilaxis para la posexposición.

Por otra parte, el contacto con una persona que esté recibiendo la vacuna antirrábica no constituye una exposición y no se necesitará profilaxis para la posexposición.

El virus de la rabia se transmite a través de la saliva o el tejido del sistema nervioso o cerebral. Usted solo puede contraer la rabia si tiene contacto con estas secreciones del cuerpo o tejidos específicos.

Es importante recordar que la rabia es una urgencia médica pero no una emergencia. No debe esperarse para tomar decisiones.

Lávese las heridas de inmediato. Una de las maneras más eficaces de reducir la probabilidad de infección es lavar bien la herida con agua y jabón.

Busque atención médica para que le traten las heridas o traumatismos del ataque del animal antes de pensar en la necesidad de vacunarse contra la rabia.

Su médico decidirá si usted necesita la vacuna antirrábica, posiblemente después de consultar con el departamento de salud local o estatal. Las decisiones para comenzar la vacunación, conocidas como profilaxis para la posexposición (PPE), se basarán en el tipo de exposición y en el animal, así como también, en la información de laboratorio y de vigilancia del área geográfica donde ocurrió la exposición.

En los Estados Unidos, la profilaxis para la posexposición consiste en una pauta de una dosis de inmunoglobulina y cuatro dosis de la vacuna antirrábica en un periodo de 14 días. La inmunoglobulina antirrábica y la primera dosis de la vacuna deben ser administradas por un proveedor de servicios médicos lo antes posible después de ocurrida la exposición. Las dosis adicionales o la vacuna antirrábica deben administrarse a los 3, 7 y 14 días después de la primera vacuna. En la actualidad, las vacunas son relativamente indoloras y se administran en el brazo, como la vacuna antitetánica y la vacuna contra la influenza.

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