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La tuberculosis en los hispanos o latinos

La tuberculosis (o TB, como se le conoce en inglés) es una enfermedad que se transmite de persona a persona a través del aire. Las bacterias que causan esta enfermedad por lo general atacan los pulmones, pero también pueden afectar otras partes del cuerpo como los riñones, la columna vertebral y el cerebro. Los síntomas de la tuberculosis pueden incluir tos persistente, fiebre, sudores nocturnos y pérdida de peso no intencional. Si no se trata adecuadamente, esta afección puede ser mortal.

La tuberculosis llegó a ser una de las causas principales de muerte en los Estados Unidos, pero desde 1993 la cantidad y las tasas de casos de esta enfermedad han disminuido en todos los grupos del país. En el 2011, se reportó un total de 10,528 casos de tuberculosis en los Estados Unidos. Sin embargo, los hispanos o latinos siguen teniendo una carga de esta afección desproporcionadamente más alta.

Varios factores importantes contribuyen a esta carga desproporcionada en los grupos raciales y étnicos, incluidos los hispanos o latinos. Entre estos factores se encuentran el haber nacido en países con altas tasas de tuberculosis o viajar a sus naciones de origen, vivir en situaciones de hacinamiento con falta de ventilación, y una mayor carga de comorbilidades asociadas a esta enfermedad.

Las cifras

En el 2011, se reportaron 3,008 casos de tuberculosis en hispanos o latinos en los Estados Unidos, lo que correspondió al 29 % de todos los casos de personas con esa enfermedad a nivel nacional.
 

  • Entre aquellos que nacieron en el extranjero y que tenían tuberculosis, el 34 % era hispano o latino.
  • La tasa de tuberculosis en los hispanos era de 5.8 casos por cada 100,000 habitantes, una cifra que era más de siete veces más alta que la que registraron las personas de raza blanca no hispanas (0.8 casos por cada 100,000 habitantes).


 

En el 2011, se reportaron 3,008 casos de tuberculosis en hispanos o latinos en los Estados Unidos, lo que correspondió al 29 % de todos los casos de personas con esa enfermedad a nivel nacional.


 

Desafíos para la prevención

La tuberculosis es una enfermedad que presenta desafíos a la hora de diagnosticar, tratar y controlar. Los recursos menguantes y la pérdida de capacidad en salud pública, incluido el acceso a la atención médica y el mantenimiento de pericia clínica y de salud pública, aumentan las dificultades. Es fundamental llegar a aquellos con mayor riesgo de contraer tuberculosis e identificar y poner en marcha estrategias innovadoras con el fin de mejorar el diagnóstico y el tratamiento.

Las tasas de tuberculosis son más altas en algunos grupos raciales y étnicos. Esto se relaciona con una mayor proporción de personas en estos grupos que tienen otros factores de riesgo para la tuberculosis. Como sucede con otros grupos raciales y étnicos, los hispanos o latinos enfrentan una cantidad de desafíos que contribuyen a tasas más altas de tuberculosis. Estos desafíos incluyen:

  • El tratamiento para la infección de tuberculosis latente y la enfermedad es largo. A menudo los pacientes no pueden o son reacios a tomar medicamentos por varios meses. En las personas con tuberculosis, un tratamiento inadecuado puede causar el fracaso del mismo, una recaída, la transmisión continua y la resistencia a los medicamentos. En las personas con infección de tuberculosis latente, a menudo no es una prioridad tomar medicamentos para una afección sin síntomas.
  • Hay factores socioeconómicos que inciden en los resultados clínicos y que se asocian con la pobreza —incluido el acceso limitado a una atención médica de calidad— el desempleo, la vivienda y el transporte. Estos factores pueden aumentar directa o indirectamente el riesgo de contraer tuberculosis y presentan obstáculos para el tratamiento de dicha enfermedad.
  • Las barreras culturales y del idioma, incluidos los conocimientos en temas de salud, el estigma asociado a la enfermedad, los valores y las creencias, también pueden poner a ciertas poblaciones en un riesgo mayor. El estigma puede impedir que las personas busquen atención médica o de seguimiento.
  • La tuberculosis sigue siendo una amenaza seria, especialmente para las personas infectadas con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). Las personas infectadas por el VIH tienen más probabilidades de contraer otras infecciones y enfermedades, incluida la tuberculosis, que las que no lo están.
    • Si no se administra un tratamiento, el VIH y la tuberculosis pueden actuar en combinación para acortar la vida de la persona infectada, como ocurre con otras infecciones oportunistas.
  • Además del VIH, otras afecciones médicas subyacentes pueden aumentar el riesgo de que la infección de tuberculosis latente evolucione al estado de enfermedad. Por ejemplo, el riesgo es mayor en las personas con diabetes, aquellas que usan sustancias de manera indebida (incluida la inyección de drogas ilegales), los que tienen silicosis o los que reciben tratamientos médicos con corticoesteroides.
  • La detección y el diagnóstico tardíos de la tuberculosis, así como la demora en reportar la enfermedad siguen siendo un desafío para la prevención y el tratamiento de esta afección. Debido a que la cantidad de casos de tuberculosis está disminuyendo en los Estados Unidos, hay una menor concientización sobre sus signos y síntomas entre los proveedores de atención médica y las poblaciones en riesgo. Es posible que los pacientes estén menos dispuestos a buscar atención médica y que haya menos probabilidades de que los proveedores de cuidados de la salud consideren la tuberculosis como la causa.

Qué están haciendo los CDC

Para eliminar la tuberculosis, se necesitan esfuerzos continuos que aborden las disparidades persistentes que existen entre los que nacieron en los Estados Unidos y los que nacieron en el extranjero, y entre los blancos y otros grupos raciales y étnicos en este país.

Los CDC colaboran con otras organizaciones de salud pública nacionales e internacionales con el objeto de mejorar las pruebas de detección entre los inmigrantes y los refugiados, hacer exámenes a los que recién llegan de países con altas tasas de tuberculosis, y mejorar las actividades de control y prevención de esta enfermedad a lo largo de la frontera entre los Estados Unidos y México. Las tasas de casos de tuberculosis en los nacidos en el extranjero están disminuyendo, pero no tan rápido como entre los que nacieron en los Estados Unidos.

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