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Protéjase de los coágulos sanguíneos

Enfermera junto a una familiaSi está o ha sido hospitalizado recientemente, se está recuperando de una operación o está recibiendo tratamiento para el cáncer, usted se encuentra en mayor riesgo de tener coágulos sanguíneos graves potencialmente mortales. Esta afección, que se llama tromboembolia venosa asociada a la atención médica (HA-VTE, por sus siglas en inglés) es un problema mortal, costoso y creciente de salud pública. Sepa qué puede hacer para protegerse.

Cuando se forma un coágulo sanguíneo en una vena grande, generalmente en la pierna o la pelvis, hay una trombosis venosa profunda (TVP). El coágulo se puede desprender y desplazar por el torrente sanguíneo. Y, si pasa por el corazón y llega a los pulmones, puede bloquear una de las arterias que suministra sangre a los pulmones. A esta afección se la llama embolia pulmonar y puede ser mortal. La combinación de trombosis venosa profunda y embolia pulmonar (EP) se conoce como tromboembolia venosa (TEV), y es un problema de salud pública importante, ya que cientos de miles de personas se ven afectadas cada año. Casi la mitad de los coágulos sanguíneos se asocian a la atención médica, o sea que ocurren durante o poco después de una estadía en el hospital o en un centro médico. No obstante, estas tromboembolias venosas se pueden prevenir.

Los coágulos sanguíneos se pueden formar por una variedad de razones, pero ser paciente en un hospital aumenta el riesgo. Cabe notar que muchos coágulos sanguíneos no se producen sino hasta después del alta hospitalaria. Por lo tanto, es importante saber lo que puede hacer para minimizar el riesgo de tener una tromboembolia venosa asociada a la atención médica.

La prevención puede salvar vidas

Doctor leyendo la historia clínica de un paciente

Antes de la operación o la hospitalización: Pregúntele a su proveedor de atención médica si está en riesgo de coágulos sanguíneos y si necesita tratamiento preventivo.

Estos son algunos consejos que sirven para que se proteja si tiene planeada una estadía hospitalaria o hacerse un procedimiento en un centro médico:

Antes de la operación o la hospitalización: Pregúntele a su proveedor de atención médica si está en riesgo de coágulos sanguíneos y si necesita tratamiento preventivo.

Después del alta: Hágale las siguientes preguntas a su equipo de atención médica:

  • ¿Qué puedo hacer para seguir previniendo que se formen coágulos una vez que esté en casa?
  • ¿Cuáles son los signos y síntomas de un coágulo sanguíneo?
  • ¿Qué necesito hacer si creo que tengo un coágulo sanguíneo?

En su casa

  • Siga las instrucciones de su médico y tome los medicamentos tal como se los hayan recetado.
  • Mueva las piernas y los brazos para ayudar a prevenir la formación de coágulos sanguíneos.
  • Llame al médico si cree que tiene un coágulo sanguíneo.

Signos y síntomas de los coágulos sanguíneos

Trombosis venosa profunda

Aproximadamente la mitad de las personas con trombosis venosa profunda no tienen ningún síntoma. Los siguientes son los síntomas más comunes que se presentan en la parte afectada del cuerpo, frecuentemente en las piernas y los brazos:

  • hinchazón
  • dolor
  • sensibilidad al tacto
  • enrojecimiento de la piel

Si usted tiene alguno de estos síntomas, vaya al médico lo antes posible.

Embolia pulmonar

Se puede tener embolia pulmonar sin ninguno de los síntomas de trombosis venosa profunda.

Los signos y síntomas de embolia pulmonar incluyen los siguientes:

  • dificultad para respirar
  • latido cardiaco irregular o más acelerado que lo habitual
  • dolor o molestias en el pecho, que generalmente empeoran al respirar profundo o al toser
  • tos con sangre
  • presión arterial muy baja, aturdimiento o desmayos
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