Volume 9 — Octubre 11, 2012
ESTUDIO DE CASO COMUNITARIO
Reducción del tiempo de estar sentado por razones laborales y mejoras en la salud de los trabajadores: proyecto Take-a-Stand, 2011
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Nicolaas P. Pronk, PhD; Abigail S. Katz, PhD; Marcia Lowry, MS; Jane Rodmyre Payfer
Citación sugerida para este artículo: Pronk NP, Katz AS, Lowry M, Payfer JR. Reducción del tiempo de estar sentado por razones laborales y mejoras en la salud de los trabajadores: proyecto Take-a-Stand, 2011. Prev Chronic Dis 2012;9:110323. Fecha de publicación: http://dx.doi.org/10.5888.pcd9.110323.
REVISADO POR EXPERTOS
Resumen
Antecedentes
Pasar mucho tiempo sentado constituye un riesgo para la salud. Describimos un estudio basado en la práctica diseñado para reducir el tiempo prolongado de estar sentado y mejorar ciertos factores de salud en trabajadores con empleos sedentarios.
Contexto comunitario
Llevamos a cabo nuestro estudio desde marzo hasta mayo del 2011 en Minneapolis, Minnesota, en empleados con trabajos sedentarios.
Métodos
La implementación del proyecto se hizo durante 7 semanas con un periodo de referencia de 1 semana (periodo 1), un periodo de intervención de 4 semanas (periodo 2) y un periodo posterior a la intervención de 2 semanas (periodo 3). El grupo de intervención (n = 24) recibió durante el periodo 2 un dispositivo diseñado para que en las estaciones de trabajo pudieran sentarse o estar de pie, mientras que el grupo de comparación (n = 10) no recibió este dispositivo. Usamos métodos de muestreo de experiencias para monitorizar las conductas de estar sentados en el trabajo durante las 7 semanas del proyecto. Calculamos los puntajes de cambios con respecto al tiempo de estar sentado, los factores de riesgo para la salud, los estados de ánimo y varias conductas en la oficina basándonos en las respuestas de la encuesta.
Resultado
El proyecto Take-a-Stand redujo el tiempo de estar sentado un 224% (66 minutos por día), disminuyó el dolor en la parte superior de la espalda y de cuello un 54% y mejoró el estado de ánimo. Además, la remoción del dispositivo anuló en gran medida todas las mejoras observadas en dos semanas.
Interpretación
Nuestros hallazgos indican que el uso de un dispositivo para adaptar la estación de trabajo, que permite estar sentado o de pie, puede reducir el tiempo de permanecer sentado y generar otros beneficios de salud en los trabajadores.
Información general
Estar sentado por un tiempo prolongado (como una instancia específica de conducta sedentaria), independientemente de la actividad física, ha surgido como un factor de riesgo de varias consecuencias de salud negativas. Los resultados del estudio han demostrado que los periodos prolongados de estar sentado están asociados a la mortalidad prematura (1–3); las enfermedades crónicas, como enfermedades cardiovasculares, diabetes y cáncer (4–7); el síndrome metabólico (5,6); y la obesidad (5,7). Por contraste, se ha establecido una correlación entre las interrupciones de los periodos prolongados de estar sentado y los beneficios de los perfiles metabólicos en adultos, lo que indica que las interrupciones frecuentes de la actividad sedentaria podrían explicar los menores riesgos de salud con respecto a la circunferencia de cintura, el índice de masa corporal (IMC), los niveles de triglicéridos y los niveles de glucosa plasmática de dos horas (8).
En los lugares de trabajo de la actualidad, muchos trabajadores pasan sentados más de la mitad de su día laboral entero (9), de modo que el lugar de trabajo representa un sitio comunitario para la promoción de la actividad física y la reducción del tiempo sedentario (10). Los intentos de reducir las conductas sedentarias en el trabajo mediante el uso de dispositivos para estimular las interrupciones de periodos de estar sentado son prometedores (11–13). No obstante, las revisiones sistemáticas indican una falta de evidencia sobre la eficacia relacionada con las intervenciones laborales que tienen como objetivo reducir el tiempo de estar sentado (14).
Contexto comunitario
Los enfoques destinados a cambiar las conductas en el lugar de trabajo pueden dirigirse a personas particulares, grupos de personas, organizaciones o ambientes laborales (10). Preferiblemente, los programas se deben implementar a múltiples niveles simultáneamente debido a que los esfuerzos de las personas para cambiar de conducta tienden a ser más eficaces si se acompañan de ambientes que apoyen estos esfuerzos. Nuestro proyecto tiene en cuenta los entornos físicos y psicológicos al rediseñar las estaciones de trabajo de los empleados para incorporar el dispositivo para estar sentado o de pie. La figura 1 muestra ambos dispositivos usados en este proyecto (WorkFit S o WorkFit C, Ergotron, Inc, Eagan, Minnesota) y un ejemplo de una estación adaptada para el WorkFit S. Estos dispositivos se pueden elevar o bajar a una altura adecuada para que el empleado pueda trabajar sentado o de pie; los empleados pueden cambiar de estar sentado a estar de pie en cualquier momento durante la jornada laboral sin interrumpir su ritmo de trabajo o proceso. Presentamos esta adaptación de las estaciones de trabajo en el contexto de un programa integral de bienestar y salud corporativo con múltiples componentes. Este programa proporciona acceso a recursos para la actividad física, ofrece iniciativas para participar en actividades físicas y está apoyado por políticas y protocolos a nivel gerencial y de supervisión que promueven la salud del trabajador en el lugar de trabajo. Los empleados pueden recibir incentivos financieros por participar activamente en el programa de salud y bienestar general de la organización; sin embargo no hubo incentivos financieros por participar en el proyecto Take-a-Stand en sí.
Figura 1. Dispositivos para adaptar las estaciones de trabajo para estar sentado o de pie usados en el proyecto Take-a-Stand, Minneapolis, Minnesota, 2011. [También está disponible la descripción de esta figura.]
El proyecto Take-a-Stand se hizo en asociación con un fabricante de dispositivos para adaptar las estaciones de trabajo para estar sentado o de pie, Ergotron, Inc, Eagan, Minnesota; un empleador, HealthPartners, una organización sin fines de lucro manejada por sus miembros en Bloomington, Minnesota; y los empleados del Departamento para la Promoción de la Salud de HealthPartners en Minneapolis, Minnesota. Ergotron y HealthPartners están interesados en mejorar el rendimiento de las personas mediante la ergonomía y la creación de soluciones para la salud (15). Los empleados que participaron tuvieron la oportunidad de dar sus opiniones sobre el tiempo y el enfoque del proyecto y de compartir sus experiencias acerca del mismo.
Los trabajos típicos de los participantes del proyecto requerían trabajo en escritorios, como uso de computadoras, interacción telefónica y tareas administrativas. Los trabajos de los participantes fueron caracterizados como sedentarios con periodos prolongados de estar sentado.
El proyecto Take-a-Stand tenía dos objetivos específicos: estudiar el efecto de un dispositivo que adapta las estaciones de trabajo para estar sentado o de pie con respecto al tiempo que se pasa sentado en el trabajo y evaluar el efecto de reducir el tiempo de estar sentado en relación a ciertas consecuencias de salud, el estado de ánimo, y los índices de rendimiento de trabajo y de la conducta en la oficina. El proyecto se llevó a cabo desde marzo hasta mayo del 2011.
Métodos
Participantes
Se les informó a los posibles participantes sobre los objetivos, la justificación y el protocolo del proyecto durante una sesión de preguntas y respuestas. La participación fue totalmente voluntaria. Los supervisores y los gerentes apoyaron activamente la implementación del proyecto. Los participantes del proyecto que cumplían con los requisitos (N = 55) fueron empleados del departamento para la promoción de la salud con trabajos sedentarios, como administrativos, atención al cliente, administración de cuentas, consejería de salud y gerencia. Treinta y cuatro empleados se inscribieron para participar, 24 para el grupo de intervención y 10 para el grupo de comparación.
Medidas y protocolo del proyecto
Usamos un enfoque de series de tiempos interrumpidos no aleatorios (un diseño de estudio en el cual con el tiempo los grupos pasan por diferentes exposiciones) con un diseño de comparación previa y posterior de dos grupos. El proyecto se implementó en un periodo de 7 semanas con un periodo de referencia de 1 semana (periodo 1) en el cual todos los 34 participantes se monitorizaron sin intervención; un periodo de intervención de 4 semanas durante las cuales se instalaron, solamente para el grupo de intervención, dispositivos que permitían adaptar las estaciones de trabajo para estar sentado o de pie (periodo 2) y un periodo posterior a la intervención de dos semanas (periodo 3) sin intervención para ninguno de los grupos.
Para el primer objetivo, monitorizamos las conductas de estar sentados, de pie y de caminar durante las 7 semanas de duración del proyecto mediante el uso de la metodología de muestreo de experiencias (ESM), una metodología que describe situaciones reales mediante el muestreo frecuente de una situación o conducta (16). La metodología ESM se ha usado de manera eficaz en los estudios relacionados con varios factores de salud, poblaciones y entornos, como el sitio de trabajo (16,17). A todos los participantes les proporcionamos un teléfono celular prepago y le enviamos aleatoriamente mensajes de texto tres veces durante el curso de la jornada laboral. Al recibir el mensaje, inmediatamente, los participantes respondían la pregunta: ¿Díganos qué está haciendo ahora, está sentado, de pie o caminando? Respondían 0 si estaban sentados, 1 si estaban de pie y 2 si estaban caminando. Se usó un puntaje promedio como resultado de la medición del primer objetivo (rango, 0–2, que representaba estar sentado, estar de pie o caminar) para indicar una reducción en la conducta de estar sentado (no del tiempo de estar sentado, sino para determinar si los participantes cambiaron o no sus conductas de estar sentados, según se cuantificó mediante los cálculos de frecuencia usando ESM. Se usaron puntajes promedios para los periodos 1, 2 y 3 respectivamente para evaluar las diferencias en la conducta de estar sentado entre periodos. Un participante estuvo ausente por más de 4 semanas durante el estudio, por lo tanto eliminamos las respuestas del participante en esta parte del estudio.
Para el segundo objetivo, usamos las encuestas para evaluar el efecto de reducir el tiempo de estar sentado en ciertas consecuencias de salud, estados de ánimo y conductas de oficina. A todos los participantes se les pidió que completaran las encuestas en el periodo de referencia, al final de la quinta semana y de la séptima semana. La encuesta incluía preguntas relacionadas con las características de los participantes, como edad, sexo, peso corporal y estatura, niveles de actividad física e intensidad, cálculo del estado cardiorespiratorio (18), estado de salud autorreportado, papel físico (grado de problemas en el trabajo y en otras actividades diarias debido a problemas de salud física), papel emocional (grado de problemas en el trabajo y en otras actividades diarias, como consecuencia de problemas emocionales de salud) y tipo de trabajo. Los resultados relacionados con el segundo objetivo se midieron con la misma encuesta e incluía los cálculos de los participantes del tiempo que permanecían sentados por día, el índice del dolor en la parte inferior y superior de la espalda y de cuello, el tiempo informal cara a cara con otros compañeros de trabajo, el tiempo de descanso usado para hacer actividad física y el cuestionario de perfiles de estado de ánimo (POMS, por sus siglas en inglés). Los estudios de validación han mostrado coeficientes coherentes internos (α) para las subescalas de POMS oscilando desde 0.84 a 0.95 y coeficientes de fiabilidad test-retest que oscilaron de 0.65 a 0.74 (19). La encuesta llevada a cabo al final de la séptima semana también incluía la oportunidad para que todos los 34 participantes dieran sus opiniones y comentaran sobre sus experiencias relacionadas con el proyecto (Apéndice). Los 24 participantes del grupo de intervención respondieron una serie de preguntas sobre los beneficios percibidos, en general, sobre el dispositivo para adaptar las estaciones de trabajo para estar sentado o de pie.
Análisis estadísticos
Las características de los participantes y los datos de los resultados se recopilaron para ambos grupos. Se sacó el promedio de los datos de ESM por periodo para cada grupo. Las diferencias entre periodos se evaluaron mediante el uso de pruebas t por pares. Se usaron análisis similares en los datos de la encuesta para el tiempo de permanecer sentado, las consecuencias asociadas a la salud, las conductas en la oficina y los estados de ánimo autorreportados. La significancia estadística se consideró a P < .05, y después de usar las comparaciones múltiples de corrección de Bonferroni a P < .017. Finalmente, se calcularon los coeficientes de correlación de Pearson en los datos de la encuesta establecidos para todos los 34 participantes con el fin de evaluar la solidez de las asociaciones entre cambios en el tiempo de estar sentado en el trabajo y los cambios con respecto al dolor de espalda, conductas en la oficina y estados de ánimo. Se analizaron todos los datos con el programa SAS (SAS Institute, Inc, Cary, Carolina del Norte).
Resultados
La tasa de participación en el proyecto Take-a-Stand fue del 62%. Durante el periodo de referencia, los participantes percibieron su salud desde muy buena a excelente, se mantenían físicamente activos, notificaron niveles estimados de estado cardiorespiratorio desde muy buenos hasta excelentes (18), tenían un peso normal, y no reportaron ninguna limitación importante de rendimiento en el trabajo debido a preocupaciones de salud emocional o física (Tabla 1).
Los datos ESM aparecen como el puntaje promedio de cada periodo por grupo (Figura 2). Para el grupo de comparación, los puntajes promedios de ESM que comparaban el periodo 1 con el periodo 2 (P = .65), el periodo 1 con el periodo 3 (P = .12), y el periodo 2 con el 3 (P = .25) no mostraron diferencias significativas ( > .05 y P > .017). El grupo de intervención, sin embargo, aumentó significativamente los puntajes promedios de ESM (que representan disminución de la conducta de estar sentado) en un 224% durante el periodo 2 en comparación con el periodo 1 (P < .001) y redujo el puntaje promedio de ESM (que representa un aumento de la conducta de estar sentado) durante el periodo 3, en comparación con el periodo 2 (P < .001) a niveles significativamente más bajos de los de referencia (P = .002).
Figura 2. Puntaje promedio de la metodología de muestreo de experiencias (ESM) por grupo y periodo del estudio, proyecto Take-a-Stand Minneapolis, Minnesota, 2011. El puntaje ESM representa el puntaje promedio por periodo generado por participantes que respondieron a preguntas para saber si estaban sentados (0), de pie (1) o caminando (2), respectivamente. El periodo 1 representa el periodo de referencia (promedio en 1 semana), el periodo 2 representa el periodo de intervención (promedio en 4 semanas) y el periodo 3 representa el periodo posterior a la intervención (promedio en 2 semanas). [Versión tabular de esta figura].
Llevamos a cabo encuestas en el periodo de referencia (T1), en el periodo 2 (T2) y al final del periodo 3 (T3) (Tabla 2). El tiempo de permanecer sentado en el trabajo disminuyó 66 minutos por día (P = .03) de T1 a T2 en el grupo de intervención, y aumentó otra vez a los niveles de referencia de T2 a T3 (P = .001) después de quitar los dispositivos para adaptar la estación de trabajo y poder estar sentado o de pie. El grupo de comparación aumentó el tiempo de estar sentado en todos los periodos de tal manera que el tiempo de estar sentado en T2 fue de 17 minutos por día en comparación con T1 (P = .31) y aumentó otros 21 minutos de T2 a T3 (P = .03) de manera que T3 fue de 38 minutos más que en T1 (P = .04) en el último registro.
El dolor en la parte superior de la espalda y el cuello disminuyó significativamente de T1 a T2 para el grupo de intervención (P = .008). Esta mejora se anuló durante el periodo 3 (T2 aT3; P = .027). No se observaron cambios significativos ni para el grupo de intervención ni para el de comparación con respecto al dolor en la parte inferior de la espalda, el tiempo de interacción cara a cara con compañeros de trabajo, ni en el tiempo en que se realizó actividad física durante descansos.
El grupo de intervención experimentó mejoras significativas en el estado de ánimo autorreportado. Se observaron mejoras significativas de T1 a T2 en los siguientes aspectos: fatiga (P < .017), energía (P = .017), tensión (P < .05), confusión (P < .05), depresión (P < .05), y alteración en el estado de ánimo en general (P < .017). Después de retirar en T2 los dispositivos que permitían adaptar la estación de trabajo, la energía y la alteración del estado de ánimo regresó a los niveles del periodo de referencia (P < .05). Después de las leves mejoras durante el periodo de intervención, la autoestima disminuyó por debajo de los niveles del periodo referencia (P < .05) luego de retirar estos dispositivos. En el grupo de comparación, no se observaron cambios en ninguno de los estados de ánimo en ninguno de los puntos de medida.
Los coeficientes de correlación de Pearson se calcularon en todos los participantes para evaluar la asociación entre los cambios durante el periodo 1 y 2 del proyecto con respecto al tiempo que se permaneció sentado en el trabajo y los cambios en el dolor de espalda, las conductas en la oficina y estados de ánimo. Las disminuciones del tiempo de estar sentado se asociaron significativamente con las reducciones de dolor de cuello y en la parte superior de la espalda (r = 0.47; P = .006), fatiga (r = 0.44; P = .01), confusión (r = 0.46; P = .007) y alteración en el estado de ánimo total (r = 0.35; P = .046).
Al final de la séptima semana, se le hicieron varias preguntas al grupo de intervención sobre beneficios específicos de alternar entre estar sentado y estar de pie. Los resultados indicaron que el 87% se sentía más cómodo, el 87% tenía más energía, el 75% se sentía más saludable, el 71% estaba más concentrado, el 66% se sentía más productivo, el 62% se sentía más feliz y el 33% sentía menos estrés, como consecuencia de la instalación del dispositivo para poder estar sentado o de pie en sus estaciones de trabajo.
Finalmente, los comentarios adicionales que proporcionaron los participantes como parte de la encuesta llevada a cabo en la séptima semana, por lo general, apoyaban las observaciones realizadas mediante el análisis cuantitativo. Los comentarios contenían observaciones con respecto a la disminución del dolor en la parte inferior de la espalda y la tensión en los hombros, las mejoras en la postura, un menor dolor de muñecas y codos y mayor comodidad. No se recibieron comentarios negativos.
Interpretación
El proyecto Take-a-Stand se diseñó para reducir el tiempo prolongado de estar sentado en el trabajo y mejorar ciertas consecuencias de salud de los empleados por tener trabajos sedentarios. La instalación de un dispositivo que permitía modificar la estación de trabajo para estar sentado o de pie en el contexto de un programa de salud y bienestar en empresas (10) fue eficaz en aumentar el tiempo de no permanecer sentado, reducir dolores de cuello y en la parte superior de la espalda y mejorar los estados de ánimo. Además, quitar este dispositivo anuló en gran medida todas las mejoras observadas en el periodo de dos semanas.
El proyecto Take-a-Stand tuvo éxito en aumentar la conducta de no permanecer sentado en un 224% según el ESM y en 66 minutos por día (por ejemplo, un reducción de tiempo sedentario de 16.1%) con base en las respuestas de la encuesta. Una revisión sistemática reciente observó que aunque la reducción del tiempo de estar sentado está comenzando a ser una nueva prioridad de salud en el lugar de trabajo, no se cuenta con la evidencia que demuestra que las intervenciones en el lugar de trabajo son eficaces en reducir el tiempo de permanecer sentado (14). En un estudio reciente, después de una semana de seguimiento para medir en el periodo de referencia las conductas de actividad y de estar sentado, se instalaron en las estaciones de trabajo de 11 participantes (13) escritorios con altura adaptable. Aunque se motivó a los participantes a que usaran las estaciones de trabajo durante la segunda semana de seguimiento, los autores no lograron documentar una reducción general en el tiempo de estar sentado. Aunque los estudios han tratado de incrementar la actividad física mediante el uso de dispositivos en las oficinas, como escritorios hechos en las máquinas para caminar (11), escritorios con altura adaptable para el monitor (13) o escaladora portátil (20), la mayoría de estos informes se han enfocado en la reducción en el tiempo de estar sentado como resultado secundario. Pocos estudios reportaron beneficios para la salud por intervenciones eficaces para reducir el tiempo de estar sentado.
Nuestro estudio logró cambiar con éxito el entorno físico de los empleados mediante la implementación de un dispositivo que permitía trabajar sentado o de pie y logró documentar una reducción significativa en el tiempo de estar sentado durante el trabajo. Las disminuciones del tiempo de estar sentado tuvieron una correlación significativa con los mejoras con respecto al dolor de cuello y en la parte superior de la espalda, así como también diversos estados de ánimo. Este nivel en relación al efecto de la intervención amerita más estudios mediante el uso de criterios de estudio experimentales más rigurosos.
Se debe tener en cuenta varias limitaciones del proyecto Take-a-Stand. Primero, el proyecto no permitió asignaciones al grupo de estudio de manera aleatoria; por lo que no podemos asumir la causalidad. Además, se debe reconocer un cierto grado de sesgo debido a que todos los datos en el proyecto se basaron en los informes autorreportados. El proyecto Take-a-Stand se realizó en una cifra pequeña de participantes, lo cual pudo haber limitado nuestra capacidad de usar rigor científico en los análisis estadísticos Finalmente, el proyecto se llevó a cabo en participantes que se preocupan por la salud, físicamente activos, en buen estado aeróbico y generalmente saludables. Por un lado, es posible que hayan tenido mayor probabilidad de responder a la intervención como grupo, pero por el otro, es probable que hayan tenido menor probabilidad de experimentar los efectos en la salud por la intervención debido a que no había mucho por mejorar (por ejemplo, el puntaje de referencia del dolor en la parte inferior de la espalda era apenas más de 1 en una escala de 10).
Las limitaciones de nuestro estudio se necesitan sopesar con los puntos fuertes. Primero, el diseño del estudio incluyó un grupo de comparación y usó series de tiempo interrumpidos para optimizar la probabilidad de que los resultados no fueran por un motivo casual. Segundo, el uso de ESM brinda un grado de confianza adicional de que las mejoras observadas en la conducta sedentaria (estar sentado por un tiempo prolongado) son efectos reales. Finalmente, este proyecto se llevó a cabo en un entorno real basado en la práctica, con gran generalización, y proporcionó datos que se pueden usar para apoyar la toma de decisiones con respecto a las inversiones en recursos para los programas de salud y bienestar de los trabajadores.
Con base en estos resultados, se justifica la realización de investigaciones adicionales. Los datos que describimos apoyan la necesidad de realizar investigaciones adicionales sobre métodos innovadores que reduzcan el tiempo prolongado de estar sentado durante la jornada laboral y consideran los resultados en los ámbitos de protección de la salud (p. ej., ergonomía y prevención de lesiones), promoción de la salud (por ejemplo conductas de salud, factores psicosociales, prevención de enfermedades) y productividad (por ejemplo, ausentismo y presentismo). Ademas, las intervenciones que influyen varios aspectos del ambiente del trabajo (por ejemplo físico y sicosocial) y se centran en un enfoque integrado para la promoción y protección de la salud del trabajador, como el proyecto Take-a-Stand pueden tener beneficios que sobrepasan aquellos obtenidos por iniciativas concentradas en un solo enfoque.
El proyecto Take-a-Stand logró mostrar que las mejoras en factores de salud, como los indicadores de salud de la espalda y el estado de ánimo están directamente relacionados con la reducción del tiempo de estar sentado de los trabajadores con tareas sedentarias. En general, este proyecto fue exitoso en reducir las conductas sedentarias de los trabajadores e indica que la disminución del tiempo de estar sentado mejora la salud de los trabajadores.
Agradecimientos
Este proyecto contó con el apoyo de HealthPartners y Ergotron, Minneapolis, Minnesota.
Datos sobre el autor
Autor responsable de la correspondencia: Nicolaas P. Pronk, PhD, Vice President and Health Science Officer, Journey Well, HealthPartners, Mail Stop 21111H, PO Box 1309, 8170 33rd Ave South, Minneapolis, MN 55440-1309. Teléfono: 952-967-6729 Correo electrónico: Nico.p.pronk@healthpartners.com.
Afiliaciones del autor: Abigail S. Katz, HealthPartners, HealthPartners Research Foundation, and JourneyWell, Minneapolis, Minnesota; Marcia Lowry, HealthPartners, Minneapolis, Minnesota; Jane Rodmyre Payfer, Ergotron, Eagan, Minnesota.
Referencias
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Tablas
Tabla 1. Características de los participantes por grupo medidas mediante una encuesta en el periodo de referencia, Minneapolis, Minnesota, 2011
Característica | Grupo de intervención (n = 24), media (SD) | Grupo de comparación (n = 10), media (SD) |
---|---|---|
Edad, en años | 38.4 (11.4) | 44.2 (11.9) |
Sexo femenino, % | 96 (0.2) | 80 (0.4) |
Peso corporal (libras) | 138.1 (22.1) | 143 (20.2) |
Índice de masa corporal, kg/m2 | 22.8 (2.6) | 22.8 (2.2) |
Actividad física, porcentaje del cumplimiento de las recomendaciones a | 75 (0.4) | 70 (0.5) |
Estado cardiorespiratorio (consumo de oxígeno máximo calculado, mL/kg/minb) | 35.6 (6.6) | 34.0 (8.0) |
Estado general de salud autorreportado, % | ||
Excelente | 42 (0.5) | 40 (0.5) |
Muy bueno | 37 (0.5) | 60 (0.5) |
Bueno | 21 (0.4) | N/A |
Regular | NA | NA |
Malo | NA | NA |
Papel físicoc, % | ||
Extremo | NA | NA |
Bastante | NA | NA |
Moderado | 8 (0.3) | NA |
Un poco | 8 (0.3) | NA |
Para nada | 84 (0.4) | 100 |
Papel emocionald, % | ||
Extremo | NA | NA |
Bastante | NA | 10 (0.3) |
Moderado | 17 (0.4) | NA |
Un poco | 21 (0.4) | 60 (0.5) |
Para nada | 62 (0.5) | 30 (0.5) |
Tipos de trabajo, % | ||
Asistencia administrativa | 8.3 (0.3) | NA |
Servicio al cliente | 12.5 (0.3) | NA |
Administración de cuentas | 12.5 (0.3) | 10 (0.3) |
Entrenador de salud | 54.2 (0.5) | 60 (0.5) |
Gerente/líder | 4.2 (0.2) | 20 (0.4) |
Otro | 8.3 (0.3) | 10 (0.3) |
Tabla 2. Cambios en el tiempo de estar sentado, dolor de espalda, conductas en la oficina, perfil de estado de ánimo para el grupo de estudio, medidos por una encuesta en el periodo de referencia (T1), a finales de la quinta semana (T2) y a finales de la séptima semana (T3), proyecto Take-a-Stand, Minneapolis, Minnesota, 2011a
Variable | Grupo de intervención (n = 23) | Grupo de comparación (n = 10) | ||||
---|---|---|---|---|---|---|
T1–T2 (P) | T1–T3 (P) | T2–T3 (P) | T1–T2 (P) | T1–T3 (P) | T2–T3 (P) | |
Tiempo de estar sentado, dolor de espalda y conducta en la oficina | ||||||
Tiempo de permanecer sentado en el trabajo, min/d | 409–343 (.03) | 409–417 (.57) | 343–417 (.009) | 441–458 (.31) | 441–479 (.04) | 458–479 (.03) |
Dolor en la parte inferior de la espalda (0-10 scale) b | 1.04–0.87 (.64) | 1.04–1.52 (.21) | 0.87–1.52 (.07) | 1.1–1.3 (.51) | 1.1–1.3 (.64) | 1.3–1.3 (>.99) |
Dolor en la parte superior de la espalda y el cuello (0-10 scale) b | 2.65–1.43 (.008) | 2.65–2.26 (.26) | 1.43–2.26 (.03) | 2.4–2.0 (.10) | 2.4–2.3 (.59) | 2.0–2.3 (.19) |
Tiempo pasado en conversaciones cara a cara en la oficina, % en la jornada laboral | 7.0–8.1 (.50) | 7.0–5.6 (.27) | 8.1–5.6 (.19) | 6.7–6.2 (.62) | 6.7–10.5 (.09) | 6.2–10.5 (.07) |
Tiempo de actividad física, % en la jornada laboral | 2.6–2.3 (.63) | 2.6–3.2 (.55) | 2.3–3.3 (.35) | 4.5–2.6 (.37) | 4.5–3.0 (.61) | 2.6–3.0 (.28) |
Estado de ánimo | ||||||
Fatiga (escala 0–20)c | 6.5–4.8 (.01) | 6.5–6.1 (.61) | 4.8–6.1 (.08) | 4.9–5.6 (.38) | 4.9–6.7 (.11) | 5.6–6.7 (.10) |
Enojo (escala 0-28)c | 4.2–3.2 (.17) | 4.2–3.6 (.26) | 3.2–3.6 (.56) | 3.5–3.2 (.82) | 3.5–2.9 (.66) | 3.2–2.9 (.69) |
Energía (escala 0-24)c | 11.9–13.8 (.02) | 11.9–10.4 (.14) | 13.8–10.4 (<.001) | 11.3–13.2 (.16) | 11.3–12.3 (.57) | 13.2–12.3 (.21) |
Tensión (escala 0-24)c | 5.5–4.0 (.048) | 5.5–4.1 (.005) | 4.0–4.1 (.84) | 4.6–4.6 (>.99) | 4.6–4.9 (.70) | 4.6–4.9 (.63) |
Autoestima (escala 0-12)c | 6.5–6.9 (.42) | 6.5–5.4 (.09) | 6.9–5.4 (.03) | 7.8–7.9 (.86) | 7.8–7.1 (.35) | 7.9–7.1 (.27) |
Confusión (escala 0-20)c | 4.8–3.8 (.03) | 4.8–3.7 (.007) | 3.8–3.7 (.59) | 4.9–5.5 (.24) | 4.9–4.9 (1.0) | 5.5–4.9 (.37) |
Depresión (escala 0-24)c | 2.0–1.3 (.04) | 2.0–1.9 (.74) | 1.3–1.9 (.20) | 1.4–1.2 (.76) | 1.4–2.1 (.39) | 1.2–2.1 (.23) |
Alteración del estado de ánimo total (64–180 scale)c | 104.7–96.3 (.003) | 104.7–103.6 (.69) | 96.3–103.6 (.04) | 100.2–99.0 (.74) | 100.2–102.1 (.69) | 99.0–102.1 (.28) |
Apéndice. Cuestionario administrado a los participantes del proyecto Take-a-Stand, Minneapolis, Minnesota, 2011
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