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Tos ferina: lo que debe saber


La tos ferina es una enfermedad muy contagiosa causada por un tipo de bacteria llamado Bordetella pertussis. Entre las enfermedades que pueden prevenirse a través de las vacunas, la tos ferina es una de las que ocurren con más frecuencia en los Estados Unidos.

Hasta el 12 de mayo del 2012, en el estado de Washington se han notificado 1,484 casos a nivel estatal, en comparación con 134 casos notificados en el 2011 durante el mismo periodo. En el 2011 se notificaron 965 casos a nivel estatal, en comparación con los 608 casos que se notificaron en el 2010. Visite el Departamento de Salud del Estado de Washington (en inglés) para obtener la información más reciente.

Protección de la vacuna contra la tos ferina

Existe una alta cobertura de vacunación contra la tos ferina para los niños en todo el país. Sin embargo, la protección que ofrece esta vacuna infantil disminuye con el tiempo. Los preadolescentes, adolescentes y adultos necesitan ser revacunados, aunque hayan recibido toda la serie de vacunas durante su infancia.

A su vez, las vacunas contra la tos ferina son muy eficaces, pero no lo son en un 100%. Si hay muchos casos de tos ferina en la comunidad, existe la posibilidad de que una persona que haya recibido todas las vacunas contraiga esta enfermedad altamente contagiosa. Si a usted o a su hijo le da un resfriado acompañado de tos intensa o prolongada, podría ser tos ferina. La mejor forma de saberlo es consultar a su médico.

Síntomas de la tos ferina

La tos ferina puede enfermar gravemente a bebés, niños y adultos. En un comienzo la enfermedad se manifiesta con los síntomas del resfriado común, con congestión nasal o moqueo, estornudos y tal vez tos o fiebre leves. Pero después de 1 o 2 semanas, puede comenzar la tos fuerte.

A diferencia del resfriado común, la tos ferina puede producir una serie de accesos de tos durante varias semanas. La tos ferina puede causar accesos de tos intensos, rápidos y repetidos, que hacen que los pulmones se queden sin aire, al punto que la persona afectada debe hacer un esfuerzo mayor para respirar, lo cual produce un fuerte silbido. En los bebés, la tos puede ser mínima o incluso estar del todo ausente.

Los bebés pueden presentar un síntoma llamado "apnea". La apnea es una pausa que se produce en el patrón de respiración del niño. Si su bebé tiene dificultad para respirar, llévelo al hospital o al médico de inmediato.

Complicaciones de la enfermedad

¿Está embarazada? Protéjase usted y a su bebé de la tos ferina

Cuando se identificó la fuente de la tos ferina, las madres eran responsables del 30 al 40% de las infecciones en bebés (Bisgard, 2004 & Wendelboe, 2007).

Si usted no ha recibido la vacuna Tdap (la vacuna de refuerzo contra la tos ferina), hable con su médico para que le apliquen una dosis de Tdap, de preferencia durante el tercer trimestre del embarazo o a finales del segundo, o si no inmediatamente después del parto y antes de que la den de alta junto con su bebé del hospital o centro de maternidad. Infórmese más sobre la protección de la vacuna contra la tos ferina.

La tos ferina es de mayor gravedad en los bebés; más de la mitad de los bebés menores de 1 año de edad que se enferman necesitan ser hospitalizados. Aproximadamente 1 de cada 5 bebés con tos ferina contrae neumonía (infección de los pulmones), y cerca de 1 de cada 100 tendrá convulsiones. En casos inusuales (1 de cada 100), la tos ferina puede ser mortal, especialmente en los bebés.Sepa cómo se puede tratar la tos ferina.

Cómo se propaga la tos ferina

Por lo general, las personas con tos ferina la contagian al toser o estornudar cerca de otras personas, quienes luego inhalan la bacteria causante de esta enfermedad. Muchos bebés que se contagian de tos ferina la adquieren de sus padres, hermanos mayores u otras personas que los cuidan, quienes a veces ni siquiera saben que tienen la enfermedad.

Brotes de tos ferina (Tendencias de la tos ferina o pertussis)

Los casos reportados de tos ferina varían cada año y tienden a llegar a un punto máximo cada 3 a 5 años. En el 2010, se reportaron 27,550 casos de tos ferina en los Estados Unidos, pero muchos más quedaron sin reportarse. También se reportaron 27 muertes, 25 de ellas en niños menores de 1 año. Desde la década de 1980, ha aumentado el número de casos de tos ferina, especialmente en adolescentes (10 a 19 años de edad) y en bebés menores de 6 meses. En el 2010, se dio un aumento en los casos reportados entre los niños de 7 a 10 años de edad. Esta nueva tendencia enfatiza la necesidad de administrar una dosis recomendada de refuerzo de la vacuna Tdap entre los 11 y 12 años.

Prevención de la tos ferina

La mejor forma de prevenir la tos ferina es vacunarse. Los padres pueden también proteger a sus bebés manteniéndolos alejados, tanto como sea posible, de personas con tos o síntomas de resfriado.

Recomendaciones de vacunación

Para bebés y niños: En los Estados Unidos, la vacuna contra la tos ferina recomendada para los niños se llama DTaP. Esta es una vacuna combinada segura y eficaz que protege a los niños contra tres enfermedades: la difteria, el tétanos y la tos ferina. Para obtener la máxima protección contra la tos ferina, los niños deben recibir 5 dosis de la DTaP. Las tres primeras dosis se administran a los 2, 4 y 6 meses de edad. La cuarta inyección se aplica entre los 15 y 18 meses de edad, y la quinta, cuando el niño entra al colegio, entre los 4 y 6 años de edad. A los niños de entre 7 y 10 años de edad que no estén al día con la vacuna DTaP, se les debe administrar una dosis antes de la consulta médica de rutina de los 11 o 12 años.

Para preadolescentes y adolescentes: La protección que ofrece la vacuna contra la tos ferina, el tétanos y la difteria puede disminuir con el tiempo. Los preadolescentes deben recibir una dosis de refuerzo de la vacuna Tdap en su consulta médica de rutina a los 11 o 12 años de edad. Los adolescentes y adultos jóvenes que no recibieron una dosis de refuerzo en la preadolescencia, se la deben poner cuando consulten a su proveedor de atención médica.

Para preadolescentes y adolescentes: La protección que ofrece la vacuna contra la tos ferina, el tétanos y la difteria puede disminuir con el tiempo. Los preadolescentes deben recibir una dosis de refuerzo de la vacuna Tdap en su consulta médica de rutina a los 11 o 12 años de edad. Los adolescentes y adultos jóvenes que no recibieron una dosis de refuerzo en la preadolescencia, deben recibirla cuando visiten a su proveedor de atención médica.

Mujer embarazadaPara las mujeres embarazadas: Las mujeres embarazadas que no han recibido anteriormente la vacuna Tdap necesitan una dosis durante el tercer trimestre o al final del segundo trimestre del embarazo,  o inmediatamente después del parto, antes de ser dadas de alta del hospital o la clínica de maternidad. Al recibir la vacuna Tdap durante el embarazo, los anticuerpos maternos contra la tos ferina se transfieren al recién nacido, con lo que probablemente recibirá inmunidad contra la enfermedad desde sus primeros días, antes de que empiece a recibir las vacunas DTaP. La vacuna Tdap también protegerá a la madre al momento del parto, con lo que será menos probable que transmita tos ferina a su bebé.

Para adultos: Los adultos que no recibieron la Tdap cuando eran adolescentes o preadolescentes, deben recibir una dosis de esta vacuna. Es especialmente importante que las familias y las personas que cuidan de recién nacidos se vacunen con la Tdap al menos dos semanas antes de entrar en contacto cercano con el bebé. Los adultos de 65 años de edad o más que estén en contacto cercano con bebés también deben recibir una dosis de Tdap, si no lo han hecho antes.

Lo más fácil para los adultos es vacunarse con la Tdap en vez de recibir la siguiente vacuna de refuerzo contra el tétanos (la vacuna Td, que se recomienda a los adultos que se la pongan cada 10 años). La dosis de Tdap se puede aplicar antes de los 10 años indicados, por lo que es recomendable que los adultos hablen con su proveedor de atención médica para saber qué les conviene más de acuerdo a su situación personal

Más información

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